1. La justificación. Es recibida sólo por gracia a través de la fe. Lutero se convenció de que la Biblia enseñaba que el perdón y la salvación no se obtienen por medio de las "obras", sino que es un regalo de Dios. Esta verdad bíblica la encontró estudiando la carta del Apóstol Pablo a los Romanos, que dice: "Así pues, libres ya de culpa gracias a la fe, tenemos paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo. Pues por Cristo gozamos del favor de Dios por medio de la fe, y estamos firmes, y nos alegramos con la esperanza de tener parte en la gloria de Dios" (Romanos 5:1-12). Lutero no negaba que las obras de caridad, la oración o muchos de los ritos y las prácticas religiosas fueran buenas, ¡al contrario! Sólo que ellas por sí mismas no pueden realizar ni garantizar la salvación. Cristo es quien nos salva, y por ello es que celebramos, rezamos y servimos al prójimo en amor y justicia.
2. La Palabra de Dios. Jesucristo es la perfecta revelación de Dios. Por lo tanto él es la Palabra de Dios encarnada, el Logos o plan de Dios para la salvación del mundo entero. La Biblia es donde encontramos el testimonio de Jesucristo, que es proclamado hoy en cada iglesia cristiana diseminada por el mundo. El testimonio de la Biblia es la norma de la fe de los luteranos.
3. Los sacramentos. El Santo Bautismo y la Eucaristía (o Santa Cena) son considerados los dos únicos sacramentos. Estas reflejan los mandatos de Jesús en donde la promesa divina y los elementos visibles (el agua bautismal, y el pan y vino eucarísticos) se unen para impartir gracia y perdón a aquellos que se reunen en comunidad para recibirlos.
4. Los Diez mandamientos. Fueron enseñados en los tiempos del antiguo Israel para que el pueblo amara a su Dios y respetara a su prójimo. Pero los mandamientos no sólo son una guia en lo que debemos hacer sino que también nos señala nuestras limitaciones y la necesidad que tenemos siempre de la gracia. Nos ponen de relieve que no cumplimos cabalmente con el llamado de Dios, que no podemos lograr nuestra salvación por nuestro propio esfuerzo. En la comunión con Cristo vivimos los mandamientos no como una condenación sino en la alegría y la esperanza que brota de la fe. Por ello los luteranos enfatizan un compromiso y responsabilidad hacia el prójimo y la creación, que deben expresarse en las acciones de todo creyente como traducirse en instituciones y formas sociales y económicas que fomenten la paz, justicia e integridad de la creación.
5. Los Credos. Estos son fundamentales para la fe cristiana ya que expresan de una forma clara y sucinta lo que creemos y enseñamos. No sólo son una señal de nuestra comunión con la primitiva iglesia sino que también significan una norma para nuestra interpretación de las escrituras y del Dios trino revelado en ellas. Los credos Apostólico, Niceno y Atanasiano son los reconocidos por los luteranos.
6. El Padre Nuestro. Es una oración que nos enseñó Jesús dirigida a nuestro creador y Padre. Nos enseña cómo hablar con Dios, qué cosas esperar, y por qué cosas pedir . Toda vida cristiana está guiada por esta oración, que es el principio y fin de toda plegaria individual y comunitaria.
Quienes somos?
Somos Cristianos. Pues creemos en Jesucristo, que encarno en el mundo para mostrarnos el camino y quien se entrego a si mismo para que todos seamos salvos.
Somos Católicos. Ser católico significa ser universal. Pertenecemos a la iglesia universal de Dios.Creemos en la Santísima trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Somos Luteranos. Martín Lutero fue un fraile y teólogo de la orden Católica de los Agustinos que vivió en el siglo XVI. Lutero llamo a la iglesia a reformarse, a volver a sus raíces, pues en esa época muchos abusos eran cometidos, y la iglesia se había separado de las enseñanzas de la Biblia, priorizando la tradición sobre todo.
Somos Católicos. Ser católico significa ser universal. Pertenecemos a la iglesia universal de Dios.Creemos en la Santísima trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Somos Luteranos. Martín Lutero fue un fraile y teólogo de la orden Católica de los Agustinos que vivió en el siglo XVI. Lutero llamo a la iglesia a reformarse, a volver a sus raíces, pues en esa época muchos abusos eran cometidos, y la iglesia se había separado de las enseñanzas de la Biblia, priorizando la tradición sobre todo.
Thursday, July 31, 2008
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